Un día perfecto en Friburgo
Por la mañana:
Del animado presente nos vamos ahora al pasado, omnipresente en las callejuelas de Friburgo y en el legado arquitectónico. Admire los impresionantes edificios históricos, tales como el Historisches Kaufhaus (Almacén Histórico) del siglo XVI, cuya fachada de color rojo intenso, laboriosamente decorada, capta todas las miradas.
Disfrutará del especial encanto de las pintorescas callejuelas, con sus fachadas restauradas decoradas con flores, paseando por la calle Konviktstraße o por Klein Venedig, la Pequeña Venecia de Friburgo. El murmullo de los riachuelos y las bonitas tiendas dotan a este lugar de un ambiente cautivador.
A mediodía:
Una vez recobradas las fuerzas, continuamos: a los aficionados al arte y la cultura les recomendamos visitar el famoso Augustinermuseum, que alberga una impresionante colección de obras desde la Edad Media hasta el Barroco, incluyendo algunas estatuas, gárgolas y vidrieras originales de la Catedral de Friburgo.
Los amantes de la naturaleza disfrutan mucho subiendo al Schlossberg (Monte del Palacio). A 180 metros sobre el casco antiguo, la Plaza del Cañón y la Torre del Monte del Palacio ofrecen unas magníficas vistas panorámicas desde Friburgo hasta los Montes Vosgos. Nuestro consejo: disfrute de una cerveza en el idílico “jardín de cerveza” con vistas a los tejados de la ciudad.
El modo perfecto de conocer Friburgo es haciendo una visita guiada de la ciudad o Stadtführung, que puede reservar en la Oficina de Información Turística.