En la Edad Media debió ser una verdadera aventura dejar tras de sí las murallas de la ciudad: los bosques y caminos desconocidos, y el constante miedo a ser atacados por los ladrones, causaban inseguridad a los comerciantes y viajeros. Para todos aquellos que no eran disuadidos por su propio miedo, una figura advertía sobre el peligro de salir de la ciudad.
Una cara atormentada adorna la cabeza relativamente grande de la pequeña figura sin cuello que está sentada con las piernas cruzadas sobre la pasarela de la torre fortificada y se saca una espina del pie. Desde la antigüedad, esta figura simboliza el pecado y el castigo, por lo que los historiadores afirman que esta pequeña figura servía de advertencia para no salirse del camino correcto.
Quien, sin embargo, pasaba por la calle “Salzstrasse” y atravesaba la Puerta de los Suabos, podía cruzar el Puente “Dreisambrücke” y llegar a las principales rutas del comercio de la Selva Negra. A través de una de estas rutas llegó en una ocasión un comerciante de sal procedente de Suabia, que se había enamorado de Friburgo en sus anteriores viajes de negocios a la ciudad. Con varios barriles llenos de dinero quería comprar Friburgo, pero de los ciudadanos obtuvo solo burlas y risas, especialmente cuando abrió alegremente los barriles y se dio cuenta de lo que había hecho su avara esposa. Poco entusiasmada con la idea de su marido de gastar todo su dinero en la compra de un pueblo, antes de su partida ella había intercambiado el dinero por arena y piedras.
Al parecer, esta leyenda dio el nombre a la Puerta de los Suabos. De modo que, desde el siglo XVII, el comerciante de sal adorna con su carro el interior de la puerta de la ciudad. El exterior lo engalana el patrón de Friburgo, San Jorge matando un dragón.
Nuestra sugerencia: La única manera de ver el interior de la Puerta de los Suabos es visitando el Gabinete de Figuras de Estaño, un museo de miniaturas único. 10.000 figuras de estaño hechas a mano representan aquí importantes acontecimientos históricos de Friburgo y sus alrededores.
Breve información sobre accesibilidad sin barreras: la Puerta de los Suabos es accesible en silla de ruedas desde la calle Salzstrasse; se visita el exterior. Aseos sin barreras en la plaza Augustinerplatz. El Museo de Figuras de Estaño en la Puerta de los Suabos no está libre de barreras.