Bächle (Los “riachuelos” de Friburgo)
“Los forasteros que lleguen a Friburgo, quedarán gratamente sorprendidos por las numerosas corrientes de agua cristalina que discurren por las calles”. (Descripción de la ciudad del año 1896)
En Friburgo no solo se relajará su alma, sino también sus pies. El agua limpia y poco profunda de los famosos “riachuelos” (o canales) de Friburgo, anima a chapotear y refrescarse, tanto a los niños como a los mayores. Estos arroyos alimentados con agua del río Dreisam, fluyen por incontables callejuelas del casco antiguo, y son como un imán para las manos y los pies de grandes y pequeños.
El agua hace que una ciudad esté viva y sea digna de vivir en ella, tanto antiguamente, como hoy en día. Estos canales pavimentados con adoquines planos, abastecían a la población, ya en el siglo XII –época de la fundación de la ciudad– con agua potable,para uso doméstico y para apagar incendios.
Hoy día, los “riachuelos“ de Friburgo son el lugar de encuentro de las carreras de barquitos de madera que todos los niños poseen en Friburgo. Pero también son una maliciosa trampa para los solteros, ya que, según la leyenda, quien mete el pie por descuido en uno de estos riachuelos, tiene que casarse con un chico o una chica de Friburgo.
Breve información sobre accesibilidad sin barreras: Puede ver nuestros “riachuelos” en muchos lugares del casco antiguo.