Desde el desayuno en la montaña local de Friburgo, hasta la puesta de sol en el Jardín de Castaños: así es un día de verano perfecto en Friburgo.

#1 Disfrutar de un cómodo desayuno en Friburgo
Un día perfecto comienza con un gran desayuno. El centro de la ciudad de Friburgo, con sus numerosas cafeterías, es ideal para ello. Y quien desee disfrutar de unas magníficas vistas mientras toma su café matutino, puede desayunar en la estación de montaña de la montaña local de Friburgo, Schauinsland.

#2 Comprar fruta fresca en el Mercado de la Catedral
Bayas de verano, fruta de temporada o las primeras manzanas: en el Mercado de la Catedral de Friburgo podrá comprar provisiones para un cálido día de verano. El horario de apertura es muy agradable en verano: los días laborables de 7:30 a 13:30 y los sábados de 7:30 a 14 h.

#3 Lago o piscina al aire libre: Friburgo ofrece excelentes lugares donde refrescarse
Cuando las temperaturas alcanzan el punto más alto del día, no hay problema: en Friburgo hay muchas maneras de refrescarse. Además de en las piscinas al aire libre y en los lagos, durante las calurosas horas del mediodía también podrá refrescarse en el río Dreisam.

# 4 Pasear por el casco antiguo de Friburgo
Pase la tarde en el pintoresco casco antiguo de Friburgo, viendo los escaparates de las bonitas tiendas. Disfrute de las casas con sus coloridas fachadas y de los estrechos callejones, y mucho mejor si lo hace con un helado en la mano y los pies en los riachuelos de Friburgo.

# 5 Cena en Friburgo: ¿Gschwelldi, Knöpfle o Schäufele?
Disfrutar de la cocina clásica badense, con sus excelentes vinos regionales y la cerveza artesanal de Friburgo es lo mejor que se puede hacer por la noche. Descubra por qué Friburgo es la ciudad ideal para los gourmets, y lo que se esconde detrás de estos nombres de manjares badenses.

# 6 Disfrutar de la puesta de sol en el Jardín de Castaños
Antes de que acabe el día, debería subir al Monte del Palacio “Schlossberg”. En el Jardín de Castaños no solo podrá disfrutar de unas magníficas vistas del casco antiguo de la ciudad, sino también, cuando hace buen tiempo, de una maravillosa puesta de sol.

# 7 Bailar tango en Friburgo
En verano, Friburgo baila ritmos latinoamericanos al aire libre. Quien pasa los jueves por la fuente Mensabrunnen, tiene que pararse y ver a la gente bailar, o mucho mejor, unirse a ellos. Música, verano y la alegría de vivir típica de Friburgo, ¿cómo podría terminar mejor un día?
