7 maneras de refrescarse en verano
#1 Subir al Monte Schauinsland
En el Monte Schauinsland, cerca de Friburgo, sopla un viento muy agradable. Un funicular le llevará cómodamente hasta la cima, pero llegar a la cumbre a pie tiene sus ventajas: el camino a través del bosque también es refrescante. La recompensa en la cima son unas magníficas vistas del Monte Feldberg, de la llanura del Rin, de la Alta Selva Negra y, si está despejado, de la lejana cadena alpina.
#2 Hacer un paseo por el Monte del Palacio
No debería perderse un paseo por el Monte del Palacio “Schlossberg”. Desde la Torre del Monte del Palacio podrá admirar unas espectaculares vistas de 360 grados de Friburgo. Por la tarde es un placer tomar una cerveza en el “Jardín de Castaños” del Monte del Palacio. Y si se aloja en un hotel de Friburgo cerca del Monte del Palacio, podrá disfrutar de este idílico paraje todos los días.
#3 Ir a un museo
En Friburgo hay numerosos e interesantes museos. No solo es aconsejable visitarlos en los días lluviosos, sino también en los calurosos días de verano. Si hace calor y no le apetece estar fuera, puede refrescarse en las salas de los museos, al mismo tiempo que aprende algo sobre la ciudad. El Museo de los Agustinos es uno de los museos más cool de la ciudad.
#4 Bañarse en un lago
Esperamos que haya puesto el bañador en la maleta. Pues en los calurosos días de verano, darse un chapuzón en el agua fría sienta de maravilla. ¿Está buscando un lago? En Friburgo y alrededores hay numerosos lagos donde disfrutar del baño. Y quien no quiera ir a nadar, puede simplemente sentarse a orillas del río Dreisam y refrescarse los pies en el agua.
#5 Ir al Jardín de Lectura del barrio Stühlinger
Tómese un descanso del ajetreo de la ciudad, ponga los pies en alto, escuche la naturaleza y sumérjase en otros mundos con un buen libro: en el Jardín de Lectura del distrito de Friburgo llamado Stühlinger podrá relajarse de verdad.
#6 Tumbarse a la sombra de un árbol
Cuando el sol quema, es hora de refugiarse bajo la sombra de los árboles, así que, vamos rápidamente a un parque. El Parque del Lago de Friburgo “Seepark”, con una superficie total de 10 hectáreas, es un lugar excelente para ello. ¡Y los otros parques de Friburgo también merecen una visita!
#7 Refrescarse los pies en los riachuelos
Los llamados “Riachuelos de Friburgo” que surcan las calles y callejuelas, no solo confieren al casco antiguo un encanto extraordinario, sino que además, en los calurosos días de verano, podrá refrescarse los pies estupendamente en estos canales con agua cristalina.